sábado, 30 de octubre de 2010

Hermosura Popular


La calle Benavente de la ciudad de Ovalle, capital de la Provincia del Limarí, es un reflejo de la cultura local. Entre la Alameda de la ciudad y la Feria Modelo, ubicada en la ex Maestranza, bulle la vida, al ritmo del comercio.



viernes, 29 de octubre de 2010

Belleza y Dolor




Hasta hace no tanto tiempo atrás, Puerto Aldea estuvo ligado al Valle del Limarí, por la dependencia territorial del balneario de Tongoy, como parte de la comuna de Ovalle. La belleza de Tongoy y sus alrededores es un dolor gozoso en la memoria de la historia del Norte Verde.

Recorrer la Playa Grande de Tongoy, hasta Puerto Aldea; para luego tomar la ruta de la Hacienda el Tangue, hacia Quebrada Seca, atravesando todo el sector de Pachingo, en línea continua hacia el interior, para llegar a Ovalle, antes de continuar rumbo a la cordillera.

Mar y cordillera. Pesca y agricultura. El hombre de la caleta pesquera y el hombre del arado, unidos por tradiciones precolombinas, que hablan de transhumancia, ritmo y sabiduría.



domingo, 17 de octubre de 2010

La Belleza de la Tarde





Cuando la tarde cae en La Chimba -el pequeño pueblo rural ubicado en el acceso sur de la ciudad de Ovalle- el silencio recuerda las promesas de tiempos mejores y añoranzas de un futuro posible.

La cámara fotográfica no puede capar el ritmo del agua corriendo por las canaletas de regadíos, ni el zumbar del viento en esta hora de la Primavera nortina, ni el repentino cese de los cantos de pájaros, en tanto los grillos anuncian la noche fría del semidesierto.

Es la hora de la soledad bajo las estrellas, del mate caliente, de cerrar los postigos y esperar el cese de la nostalgia.






martes, 12 de octubre de 2010

La Perla del Limarí

Calle Coquimbo

"Ovalle, tierra de dulces recuerdos,
cierro mis ojos y te veo,
acogedor y tan bello".
(vals de Ovalle)

Fundada en 1831 -avanzando ya en la historia de Chile como Estado independiente- la ciudad de Ovalle, es un núcleo urbano ubicado en el corazón del Valle del Limarí.

Su pasión agrícola, comercial y minera, alejada del mundanal ruido, mantiene el ritmo y conserva parte de la tradiciones de los poblados que emergen en la zona de los valles transversales del Norte Verde.

Aquí y allá, recorriendo el antiguo plano urbano, van surgiendo colores, contrastes, texturas que enriquecen su patrimonio arquitectónico, básicamente compuesto por casas de fachada continua, característico de las construcciones de adobe de comienzos del Siglo XIX en Chile.

La Plaza de Armas conserva parte del encanto y la belleza de antaño, atrayendo a los ovallinos con sus árboles centenarios, las palomas y la fuente de agua, adornada por el único legado a la ciudad de uno de sus más ricos vecinos, el legendario minero descubridor del mineral de Tamaya, José Tomás Urmeneta.




Calle Coquimbo
 

Calle Coquimbo


Calle Socos


Plaza de Ovalle


Libertad esquina Portales






Calle Socos

Calle Mirador


martes, 5 de octubre de 2010

Inmensidad Hermosa



Los cielos del Norte de Chile son apreciados por astrónomos de todo el planeta, que deben esperar a veces varios años para contar con algunas horas de estudio en famosos observatorios, como El Tololo, ubicado en el límite entre el Valle del Elqui y la Provincia del Limarí.

La belleza de los astros, observables a simple vista, cada noche y además en observatorios privados, sólo es opacada por la belleza de los atardeceres, cuando el sol se refugia tras las nubes bajas de la costa, retenidas por los cerros de Talinay y Fray Jorge, en la desembocadura del Río Limarí.

La ufología posee numerosos seguidores en la región, en un largo historial de avistamientos que se encandena con los misterios aún no develados de los restos arqueológicos pehispánicos.

 

lunes, 4 de octubre de 2010

Gastronomía a la Carta

Granadas y calabazas. Centro de mesa en Hacienda Santa Cristina.
De lo étnico o lo criollo; de lo local a lo internacional con productos típicos del Limarí, la gastronomía local presenta variados atractivos, ya sea en el restaurante de Salala, Cabildo Abierto; el sofisticado Hacienda Santa Cristina; o el clásico Entre Sauces.

Si se es amante de los vinos, una notable degustación en Viña Tabalí, con los maridajes perfectos, harán de la visita al Valle, algo absolutamente inolvidable. Y, si prefieres tener una experiencia total, esta es la oportunidad de cocinar tus propias recetas, con ingredientes recogidos con las propias manos, y sazonados con el puro aceite de oliva, que ha cautivado mercados internacionales.

Hay que visitar la clásica casona de la Hacienda Las Majadas, en el sector de Camarico, donde se produce el reconocido queso de cabra del igual denominación.

Degustar buenos vinos, visitar una planta pisquera artesanal, encontrar licores espirituosos de larga data, es hacer un circuito que une lo mejor de la zona con la liberación de amarras, sin perder el placer y el control.

Y esto es sólo el aperitivo; ya tendré tiempo de entrar en detalle con estos  y otros secretos del Valle del Limarí.

Mesa en restaurante Cabildo Abierto. Barraza





domingo, 3 de octubre de 2010

Fotografías Maravillosas

En el amplio y generosos Valle del Limarí, no se requiere un gran conocimiento técnico, ni la mejor máquina fotográfica, para obtener bellas y originales tomas de paisajes llenos de contrastes; de lugares remotos, donde sólo la naturaleza es nuestra compañera de viaje, como la costa inhabitada o la Ruta Antakari, que une por un camino cordillerano, el Valle de Río Hurtado con la  ciudad de Vicuña.

Parrón en casa abandonada. Pueblo de Latorre.


Puertas antiguas, casas abandonadas, parrones añosos, frutos maduros, herramientas de labranza, animales a la vera del camino… amaneceres y atardeceres de colores apacibles o ardientes, gente sencilla, accesible y esforzada, rostros con historia, flora luchando por la sobrevivencia, animales que nos observan con curiosidad... todo está aquí, para ser inmortalizado sólo por quien puede descubrirlos.

Casa a la vera del camino. Pueblo de San Julián.


Hacienda El Tangue

Ventana de casona antigua. Pueblo de Las Sossas.

sábado, 2 de octubre de 2010

Costumbres Vivas



Cementerio de Cerrillos de Tamaya.

Aquí y allá, en cualquier recodo del camino rural, es posible encontrar trazas de las tradiciones rurales, como el uso del caballo y el burro como medio de transporte y ver a los lugareños vestidos a la usanza tradicional, como huasos chilenos, con sus sombreros de paño en invierno o la chupalla de paja en el verano.

A la  vera, aún el paso del tiempo no ha eliminado los vestigios de las ancestrales técnicas constructivas en paja y barro, conocidas como quinchas. Puertas viejas, portones abandonados, pircas de piedra, hablan un lenguaje bello y emotivo.

Las fiestas religiosas populares ocupan un importante lugar entre las tradiciones del valle del Limarí y existen celebraciones que cuentan con cien o más años de existencia. San Pedro en las caletas pesqueras; la Fiesta del Niño Dios de Sotaquí, la Fiesta de Nuestra Señora de Andacollo; y muchas otras menores, como las de los villorrios Huamalata y Cerrillos de Tamaya.

Los cementerios viejos y coloridos, cuentan la triste historia de la dura vida rural chilena hasta no hace tantos tiempo atrás. En el campo santo de Cerrillos de Tamaya, pequeñas tumbas, dan cuenta de familias que perdían a sus hijos,  año a año, a los pocos días o meses de nacer.

Los caminos de la zona también nos recuerdan la fragilidad de la vida humana, aquí y allá, el cariño de quienes han sobrevivido a los deudos, ha levantado animitas; casuchitas con una cruz, con el nombre del fallecido, acicaladas con flores y recuerdos.


Muro de quincha. Camino Ovalle - Quebrada Seca.

Cementerio de Cerrillos de Tamaya.

Contraste en casa de Pueblo de Santa Cristina.
Joven y niño en burro, en camino de solana del Valle del Limarí.
Animita en camino rural.

viernes, 1 de octubre de 2010

Tradición Rural



Esquina de calles Federico Alfonso con Arturo Villalón, en Pueblo Cerrillos de Tamaya.
 

El camino de tierra, que serpentea por la ladera norte y también por la ladera sur del Valle del Río Limarí, recoge pueblos centenarios, que brotan cada cierto tramo recorrido, con la frecuencia con que eran necesarios el hospedaje y la pernoctación, en aquellas épocas en que el transito se hacía a caballo o en carretas rudimentarias.



Carreta en el camino entre los pueblos de Trapiche y Latorre.


 Aunque hoy algunos sectores están pavimentados, las tradiciones rurales se mantienen en Trapiche, Latorre, Las Sossas, Cerrillos de Tamaya, Barraza, Tabalí, San Julián…, algunas de las cientos de localidades rurales de la Provincia. Al pasar por Salala hay que vivir la experiencia de comprar los exquisitos  camarones de río, para cocinarlos unas horas más tarde, al calor del hogar.

Durante el recorrido rural no es extraño ver majadas de ganado caprino, fuente de mantención para centenares de familias de la zona, mediante el uso del cuero, la leche, la carne –cabrito asado- y, especialmente, de la elaboración del queso de cabra, inigualable asado a las brasas, junto a un vaso de vino tinto.

Huaso a caballo en el Pueblo de Las Sossas.
Correo rural en Pueblo de Latorre.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ecología Bella


Monterredondo

Mi tierra del Limarí conserva rincones en sus cerros, quebradas y playas, en que la naturaleza se expresa libre e  ignota.

Una extensa costa inexplorada, alejada de las rutas turísticas, donde se mantienen desde hace muchas generaciones tradiciones marinas. Allí, en caletas perdidas en el tiempo, es posible compartir esa rica experiencia, con los descendientes de los Changos, pueblo originario de Chile que mantuvo el control del territorio hasta hace apenas un par de cientos de años.

Nadar en playas desafiantes y solitarias, comer peces y mariscos recién sacados por nosotros mismos de la mar, fotografiar lugares que no aparecen en los mapas, inmortalizar plantas y animales que nos observan sin desconfianza, mientras el silencio de la tarde nos prepara para disfrutar de atardeceres de colores intensos.

Humedales, como el ubicado en el sector de El Tangue, nos esperan para brindarnos -gracias a la biodiversidad que cobijan- toda su riqueza ecológica; de la que también es heredera el Parque Nacional de Fray Jorge, una valiosa Reserva Mundial de la Biósfera, ubicada a 400 metros sobre el nivel del mar, en los cerros de la ladera norte de la desembocadura del Río Limarí,.

Cada año lluvioso, como el actual, el semidesierto despierta de su letargo, y al llegar la primavera septentrional –septiembre y octubre-, las laderas inertes se llenan de vida en el famoso desierto florido; una explosión de flores rústicas y sorprendentes, como la añañuca.

Playa Grande de Tongoy.

Humedal El Tangue.